miércoles, 5 de septiembre de 2007

La Hallaca: ¿Símbolo del socialismo del siglo XXI?

Caracas, 23 Dic 2005. Joaquín Pereira (ABN).- Para algunos es una mezcla variada de tendencias, para otros el equilibrio perfecto de culturas. Pocos se atreven a darle una definición y menos un origen.

No hablamos del socialismo del siglo XXI sino de la hallaca, que bien podría ser un símbolo de la propuesta política que pretende instaurar en Venezuela el Presidente Chávez.

Si hay un plato que seguramente está en la mesa de cualquier casa venezolana en Navidad, desde la humilde casa de barrio – gracias a Mercal y otras especies-, pasando por el apartamento de urbanización y hasta en las quintas más encopetadas, es definitivamente la hallaca.

Esa capacidad que tiene esta receta navideña venezolana, de desdibujar las fronteras de las clases sociales, es la promesa que expresa el líder de la revolución bolivariana en cada uno de sus discursos.

Un abrazo blanco, indio y negro

Como si el recetario fuera nuestra Carta Magna, la también llamada multisápida no discrimina ingredientes usados por blancos, negros o indios.

Del mediterráneo proviene la alcaparra, que no sería el adorno que queda siempre en el plato si los comensales supieran de su poder afrodisíaco. Asimismo los españoles trajeron las carnes de gallina, cerdo y res, aceitunas, y pasas.

De África negra nos vino la costumbre de usar la hoja de plátano para envolver algunos alimentos.

Y en América los ingredientes negros y blancos recibieron el abrazo de la masa de maíz pilado colorada con onoto, de nuestros indígenas.

Muchos apuestan a que Venezuela sea ese crisol de rasas donde todos puedan vivir sin discriminación y con igualdad de oportunidades de aportar “su sabor” particular a la sociedad.


Chávez: La mejor hallaca es la de mi abuela

Quizá es arriesgado proponer la hallaca como símbolo del socialismo del siglo XXI, pero lo que si es seguro es que es un alimento muy significativo para el Presidente Chávez.

Cuando era un niño su abuela Rosainés le decía “ Huguito , vaya y llévele a doña Rosa Figueredo esta hallaca, este poquito de dulce.”

Chávez confesó en una oportunidad: Gracias a mi abuela “conocí la humildad, la pobreza, el dolor, el no tener a veces para la comida; supe de las injusticias de este mundo. Aprendí con ella a trabajar y a cosechar. Conocí la solidaridad.”

Así pareciera que son la hayaca y el socialismo: Todos trabajando unidos por algo que se degusta mejor acompañado.

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1 comentario:

Augusto Maduro dijo...

Que sorna mas estupida de Uds. los godos.Con su filosofia yanki es que ste pais qudó en el atrazo.